Carless

/ Jueves, 5 marzo 2015

En mi ciudad. Se entendió el progreso. Llegó la evolución. Por fin. Ya no hace falta caminar. Las bicicletas son ahora un divertimento para los niños y los deportistas de domingo. Los autobuses, las guaguas, los colectivos, también el metro y el cercanías, son actores ahora quienes viajan en ellos. Para evitar cambios bruscos en el paisaje urbano, dijo el concejal. En mi ciudad se entendió el progreso y el dinero trajo autos de todos los colores. Las carreteras y sus carriles emergieron. Llegaron hasta las catedrales y las playas. Ahora todo se compra en el autostore: sostenes, bricks de leche, jabón de lavadora. También aparecieron los carless y a ésos… A ésos, bueno, a ésos los encarcelaron.

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