Hay algo allí y no sé que es

/ Martes, 14 mayo 2013

Columna publicada en el Diario Noticias de Gipuzkoa el 14 de mayo de 2013

Se queda aquí. Decidido. Se queda para ver llover, dicen los críticos. Se queda para llevar una vida tranquila, responden sus valedores. Se queda para pasear, por el puerto, los domingos, para estar con la familia, y con la cuadrilla, siempre con la cuadrilla. Para ser feliz desde el origen, desde lo conocido, para cambiar las cosas desde uno mismo. Porque ha leído que el lugar en el que uno vive pasa a ser indiferente si uno se sumerge en inquietudes libertarias. Y así lo hará. Además siempre puede marcharse. Cuando quiera, cuando lo tenga más claro. Además esto no es un pueblo, es una ciudad cosmopolita, con universidad, con museo, con teatros, con festivales y conciertos internacionales, con restaurantes orientales. Se queda aquí y a los que regresan, algún fin de semana o ahora, en verano, los mira de reojo, con una envidia que le incomoda. Porque cuando los que se marcharon están aquí, tiene la sensación de estar perdiéndose algo. Cuando se van, por fin, todo vuelve a la normalidad, y no se está perdiendo nada. Qué va haber allí, que no tengamos aquí.

Se marcha a la gran ciudad. Para dejar de ver llover. Para pasar frío, para ver más el sol, tiene miedo. Así madurará de una vez, dice el padre. Pasará hambre, responde la madre. Por las mañanas contemplará un cielo diferente. El que le espera es más alto, piensa el abuelo. Se marcha para cambiar algo, no se sabe muy bien el qué; mirará  el mundo de forma diferente, conocerá otras personas, con muchas se fascinará, con otras no.  Regresa algún fin de semana o ahora, en verano, para ver a la familia, y a la cuadrilla. Pasea por el puerto y saluda a tres o cuatro. Cada vez que vuelve se siente bien, recupera sabores, vuelve a ver llover, recupera el olor de su casa al entrar, el de la ropa doblada sobre la cama. Recupera la singularidad, la identidad, recupera su nombre de pila, todo está como siempre, aquí las cosas van despacio, me gusta;  y sin embargo, cada vez volverá con menos frecuencia. Hay algo allí, que no tenemos aquí y no sé que es.