Contar y contar

/ Martes, 6 mayo 2014

Columna publicada en el Diario Noticias de Gipuzkoa el 6 de mayo de 2014

Según la Obra Social de Kutxa, la muestra del fotógrafo Català-Roca de la sala Kubo de Donostia ha recibido hasta el pasado 2 de mayo a un total de 22.108 visitantes. Hago cálculos y, teniendo en cuenta las horas totales de apertura de la sala desde el 14 de febrero hasta entonces, concluyo que la muestra había recibido una media de un visitante por minuto. Las 150 fotografías en blanco y negro del catalán han sido un éxito absoluto.

Begoña Rodríguez, una gallega de 46 años, subió hace unos meses a su facebook una foto, en color, de una ikurriña. En ella se podía distinguir un diminuto emblema de ETA (el del hacha y la serpiente). La guardia civil la detuvo el pasado 28 de abril en Vitoria por enaltecimiento del terrorismo en internet.

Ojeo la hemeroteca en busca de asistencias de record y leo, entre otras, que el Jazzaldia recibió el año pasado un total de 155.500 visitantes según su organización. Casi tantos como el Primavera Sound de Barcelona (170.000), uno de los festivales de música más grandes de Europa. Otro éxito absoluto. Es curioso: edición tras edición, exposición tras exposición, los espectadores culturales no paran de crecer. Especialmente en actividades gratuitas promovidas por entidades públicas o bancarias. No sé de dónde sacan tanta gente. O cómo la cuentan.

“Eres de Ferrol, con dos cojones, ¡si eres más española que yo!”. Eso es lo que le dijo uno de los guardia civiles a Begoña Rodríguez al examinar su DNI.  Ya en comisaría la detenida argumentó en su defensa que el “ancla” esa de la ETA que aparecía en la foto era muy pequeñita y no la había visto. Que en realidad, añadió, ella no veía bien porque tenía un desprendimiento vítreo en los dos ojos, además de miopía y astigmatismo. Y que además de tener en su facebook fotos de “cosas vascas” también le encantaba subir canciones de Camarón y Rocío Jurado. Que ella era tan aficionada a la fotografía como a la música, que no se perdía nada, sobre todo si era gratis. Que ella en la cultura sí, pero que en la política no tenía ningún interés. Que qué le estaban contando.