En busca de un sosías

/ Martes, 5 febrero 2013

Columna publicada en el Diario Noticias de Gipuzkoa el 5 de febrero de 2013

Hace doce años que el fotógrafo canadiense François Brunelle se dedica fotografiar parejas de sosias o lo que es lo mismo, parejas de personas casi idénticas pero sin grado de parentesco alguno entre si. En caso de que alguien tenga, conozca o se encuentre a un sosias puede mandar un mail a François, indicando sus nombres, su ciudad y país de residencia, los datos de contacto y una fotografía reciente de ambos. François analiza el parecido, se desplaza a la ciudad en concreto y les hace una sesión de fotoscompleta. Hace unos años, un día de junio, le llegó un mail de un tal “M.Rajoy” que adjuntaba dos fotografías: una de él mismo y otra de Don Pimpón. François amablemente le respondió que el parecido podría ser más o menos objetivo pero que veía improbable hacer fotografías a un muñeco, que éste pertenecía al mundo de la ficción infantil y allí se debía quedar. Tiempo después “M. Rajoy” volvió a la carga. Esta vez adjuntó una fotografía suya (con la barba más canosa) y otra de Papa Noel. François le dio las gracias y le explicó que podría en este caso también podrían llegar a tener un parecido objetivo, pero que Papa Noel únicamente se dejaba ver una noche al año y por lo tanto era materialmente imposible localizarle.

Hace seis meses, François recibió un tercer email de “M.Rajoy”. Esta vez, por fin, el nuevo sosías propuesto parecía humano al 100% y el parecido era extremo. Así que fijaron la fecha y el lugar. Y fue ayer mismo, en Berlin, cuando “M. Rajoy” y “A. Merkel” posaron juntos para François Brunelle: primeros planos, enteros, de perfil y hasta uno mostrando las declaraciones de la renta de ambos (también idénticas). Al terminar la sesión, “M.Rajoy” sacó una libreta con dinero (“may sicret librete”, dijo) y se empeñó en pagarle. François se negó (nunca lo había hecho, no era el propósito) y regresó a su hotel consternado. No por el pago frustrado sino porque era la primera vez que ambos sosías eran de sexos diferentes. Y aquello, suponía un giro radical de su proyecto artístico.